domingo, 11 de diciembre de 2016

CÊPERIE MA BRETAGNE


Hoy me tocó ir de paseo por Malasaña.

Bueno la verdad iba camino a la peluquería, pero como esto no es un blog de belleza y ya los que me conocen saben de mis historias pelunas...para qué voy a entrar en más detalles...




El caso es que acabe de paseo por Malasaña, y yo cuando paso/paseo por ahí me pongo nostálgica y empiezo a recodarme yo a misma, cual abuela cebolleta, historias de mis primeros años en los madriles...y rápido se me vienen a la cabezia Lactea, Nasty (las largas colas para entrar...), Taboo y la indiscutible Sala Sol...y las quedadas veraniegas en la Plaza de Olavide , las pizzas en la Plaza Dos de Mayo y aquel piso en la Glorieta de Quevedo....




Pero hay un sitio en especial, que guardo en mi corazoncito al que tengo especial cariño y al que me imagino siempre en época de invierno entrando con el abrigo y la bufanda... Es pequeño, no muy iluminado y puede pasar totalmente desapercibido (he ahí parte de su encanto). Se encuentra en pleno número 9 de la calle San Vicente Ferrer y se llama Crêperie Ma Bretagne.






Ahí hacía alguna cena cuando mi época de becaria, y cuando venía alguien a visitarme me encantaba llevarlos a cenar a un sitio diferente como era éste (a parte claro está, que tenía precios asequibles que no nos arruinasen el resto de la noche). Por aquí pasaron mis visitas de Santiago, los de Barcelona, las amigas de Isa (pilarica), las hermanas de Beíta, y por supuesto, los vodafones, con quienes descubrí este lugar (de verdad que me encantaría recordar quién me lo enseñó!)







Pero sin duda algunos de los mejores recuerdos que tengo de este sitio son los de una especie de rutina-ritual que convertimos para la noche de los jueves Mr. Sallarés y yo (será por tu culpa que para mi los jueves son juernes???). El jueves era el día de las confidencias y cotilleos, la noche en la que recordábamos las historias de la semana anterior y en la que planeábamos los fin de semana siguientes. Recuerdo que a veces entrábamos "de lunes" pero siempre salíamos de "viernes/sábado"







Hasta recuerdo el menú que nos hacíamos..., casi siempre la misma ensalada para compartir, dependiendo del día, la frasca o la botella de 3/4 de tinto (y por supuesto una jarra de agua), una crêpe para cada uno, y si cabía, una de postre para compartir, y no salíamos a más de 10 euros cada uno (eso sí, salíamos rodando, porque son bien potentes...)..., así sí que molaba!







Las crêpes están buenísimas, no es que sea yo una superexperta, pero por lo menos tienen la misma apariencia , y para mi, también sabor, que las auténticas bretonas (porfa que las pruebe y me lo diga algun@ frances@!) y además los fines de semana está siempre lleno...por algo será...!

Mmm...me da que no voy  a tardar mucho en ir...


Espero que os guste!

Un besito


PD: Ignasito, creo que la próxima vez que vengas (que no sea dentro de mucho please!) tendríamos que repetir.


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