Lo bueno se hace esperar, y mucho, porque para probar Naomi...
Puede ser que estuviese igual dos años con este restaurante japonés en la mente y al menos que yo recuerde, un par de intentos fallidos (es lo que tiene tener fama y ser chiquitito). Pero por fin llegó el momento!
Por hacerme esperar tanto, por ser un sitio tan curioso, por estar todo buenísimo... por todo eso, esta pequeña taberna que guarda en su ser el honorable título de ser el primer restaurante japonés de Madrid, debe tener sí o sí al menos, un mínimo espacio en este Blog.
Así que vamos allá!
Se encuentra en la calle Ávila, nº14 y pasa totalmente desapercibida. Apenas unas cortinillas típicas japonesas en la puerta y un pequeño letrero con el nombre, que de no buscarlos, no verías.
Pero es recordar el interior y tener la sensación de que esto no es Madrid, de que me he ido de viaje y que estoy en el otro lado del mundo, y si me apuras hasta en otra época.
Como ya he dicho es pequeño, pero a la hora de elegir dónde sentarte, tiene para todos los gustos, en la barra, en mesas bajas para sentarte en el suelo, o mesas (para mi) de las normales.
Por ser la primera vez, había que fiarse de los más solicitados (que así estaba indicado en la carta), por supuesto totalmente acertados, y esto fue lo que trajeron:
Tempura: Tenía mis dudas, porque después de haberla probado en Tokyo, me imaginaba que igual de rica que la de allí no podría ser, pero felizmente me equivoqué. Esponjosa, con mucho sabor, y nada grasienta.
Namateri: lomo de atún rojo en salsa Teriyaki. Los tacos de lomo que eran generosos, estaban perfectos. Hechos vuelta y vuelta, en su punto, super tiernos y buenísimos.
Y por último, y como extra, porque esto ya era capricho mío, Sashimi de atún rojo. Y de esto no os voy a decir nada, porque para qué...jejeje. Estaba impresionante. Igual no hacía falta pedirlo, pero es que a mi se me iban los ojos cada vez que pasaban con este plato para otra mesas, y como soy culo veo , culo quiero...
Me quedaron muchísimas cosas por probar, pero como voy a repetir SEGURO, ya os contaré!
Al final estos lugares que hago míos, no solo lo son por la comida que pruebo, por la decoración, o el ambiente que tenga, también lo son por la música o los sonidos, por los olores, por lo majos que sean los camareros... Pero sobre todo lo son por quien me acompañe, de lo a gusto que esté en ese momento y el recuerdo que se me queda. Tal y como si hubiese hecho millones de fotos.
Si además sumas, que a quien me acompañe le acabe encantando lo que prueba, que se fíe de mi criterio un poquito más y que comparta su experiencia, ya me encuentro satisfecha, el objetivo ya esta cumplido!
Ahora Naomi ya es uno de mis sitios.
Un besito
PD.
Tenía que haber publicado esta entrada hace un mes y dedicársela a David Peral (que es quien me ha cedido las fotos, muchas gracias) a modo de regalo de cumpleaños, habría estado genial. Espero que sirva que te la dedique hoy. Muack