Yo soy de esas que siempre dice que "año nuevo vida nueva". No es necesario que todos las cosas que nos proponemos empiecen en año nuevo, pero ya que hay que arrancar, ¿qué mejor forma que hacerlo con un día Uno? (o con un día Tres...) El caso es que yo llevaba ya mucho tiempo intentado/ queriendo probar Casa Marcelo y este era uno de mis objetivos culinarios de este 2019. Durante mucho tiempo se me había resistido este gigante gastronómico de Santiago, pero hoy ya puedo decir que he caído en sus redes y que espero volver.
En primer lugar contaros que apenas he escuchado los platos que la gente había probado, y no he mirado en internet nada a cerca de lo que cocinan en sus fogones, no quise saber. No ha sido fácil pero así llegué y me dejé aconsejar sin si quiera mirar la carta. (Gracias a Fernando que acertó claramente en las sugerencias). También he de decir que iba con mente abierta a probar, cómo si no iba a engancharme a Casa Marcelo comiendo de primero OSTRAS. Yo..., comiendo ostras...!!! quién me lo iba a decir...
Pues dejándonos asesorar, nos salió muy buen menú degustación y así se quedó lo que al final fue nuestra cena:
Primero y ante todo nos trajeron al "señor pan". Pan gallego de verdad, crujiente por fuera y esponjosa y enorme la miga de dentro y además calentito (como para no mojar...). Lo acompañamos de un "señor vino", un tinto, mencía, un Casa Marcelo, que además de estar muy bueno tiene un precio muy asequible.
Para empezar, lo dicho, yo no soy muy amiga de las ostras, pero quién se podía resistir a probar éstas a la parrilla con salsa de Rocotto? (Aviso a navegantes, el rocotto , es una especie de pimiento rojo muy típico peruano que pica un poquito). Tengo que decir que Marcelo puede sentirse orgulloso, pues he pensado que si vuelvo, tendré que pedirlas.
A continuación Har-Gao (dumpling, empanadas o Gyozas, como queráis llamarles) rellenas de gambas al ajillo. Espectaculares, una explosión de sabor en la boca. Uno de mis favoritos (hasta mojé pan...!)
El tercer plato a probar fue el choquito (calamar) a la parrilla con salsa Kimtchi. Súper curiosa su presentación , pues una vez que te lo traen, te recomiendan remover para que la tinta del calamar tiña todo el plato de negro. (dónde estaba escondida toda esa tinta?)
El siguiente, fue la Patata puerro, con yema de huevo y tocino ibérico. Sorpresa total, porque es como si estuvieses comiendo un plato de huevos con patatas. No tengo claro si era una patata o un puerro, pero no me importa estaba muy bueno, todo bañado en la yema tal cual como si rompieses con pan la yema de un huevo frito tradicional.
Continuando la degustación nos presentaron un salmonete con salsa ponzu y ajetes, que por favor no podía estar más bueno, muy muy tierno, y jugoso, y yo ahí sin saber si lo que me gustaba más era el salmonete o la salsa...quizás todo junto no ?
Otro de mis favoritos fue el jurel caramelizado acompañado de arroz y algas fritas. No tengo palabras para este plato. Estaba tan tierno que se deshacía en la boca. El sabor espectacular, y lo rematas con el crujido de las algas al morder el bocado... (imaginadme con la lágrima en el ojo de la emoción)
Por último, terminamos de ponernos las botas con este steak tartar de solomillo del país sobre una cama de pan crujiente.
No podía ser de otra forma, claramente nos habíamos reservado un hueco para los postres que a dar de hoy no tengo ni idea de cual escogería si sólo pudiese elegir uno. Si el "3 en 1" antioxidante de frutos rojos (no se si estaba más bueno el helado o la mousse...), el arroz con leche, o la bica de Casa Marcelo, que no estaba buena, estaba lo siguiente...
Pues eso, como no voy a querer volver con semejante espectáculo? Estaba todo impresionante, me lo pasé genial y comí mejor.
Espero cerrar este año igual de bien que lo he empezado.
CASA MARCELO
Rúa das Hortas, 1
Santiago de Compostela
Espero que os guste.
Un besito
PD: Javi Pitu, la próxima vez te prometo que voy contigo.
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